La clase Florideophyceae es con diferencia la clase que más especies contiene del filo Rhodophyta. Posee una distribución mundial, desde las costas tropicales hasta las polares, incluyendo algunas especies dulceaquícolas. Son abundantes en las costas de las regiones frías o templadas y en menor medida de las tropicales.

Dentro de las algas rojas, es la clase que posee las morfologías más complejas, abarcando desde simples manchas en las rocas a formas arbustivas o coralinas. Sus ciclos vitales suelen abarcar tres generaciones, aunque algunas especies se desvían de este arquetipo. El ciclo empieza con la germinación de una espora haploide (solo posee una copia de cada cromosoma) que crece hasta formar el alga, la llamada fase gametofítica. Entonces el alga forma óvulos, que permanecen adheridos al alga, y células masculinas inmóviles que serán expulsadas al agua y actuarán de espermatozoides. Las células situadas cerca del óvulo forman una expansión con forma de pelo que se proyecta hacia el agua en busca de células masculinas. Cuando una célula masculina toca este pelo es retenida y las paredes celulares empiezan a disolverse. En este momento la célula masculina crece y entra dentro de esta estructura en busca del óvulo. Cuando la célula masculina fecunda al óvulo se forma una célula diploide (con dos copias de cada cromosoma). Esta célula crece a expensas del alga madre y forma un nuevo individuo muy reducido, la fase de carposporófito. El carposporófito basicamente es un grupo de células productoras de esporas que serán lanzadas al medio, y germinarán formando la fase de tetraesporófito, diploide (con dos copias de cada cromosoma), generalmente con la misma morfología que el gametofito. Este forma esporas originadas por meiosis (haploides) que son lanzadas al medio y al germinar originarán al gametofito, cerrando el ciclo.

El siguiente cladograma muestra las relaciones evolutivas de los principales órdenes de la clase Florideophyceae: